viernes, 16 de febrero de 2018

La debilidad que no se lleva

Tienes que ser fuerte,
por esto no se llora.
No vas a solucionar nada,
si todo escrito está.

No enseñes tu debilidad,
levanta un muro,
traga saliva
y aprieta los dientes,
que la vida es de los fuertes.

Para ya,...
que por esto, no se llora.
Dile a tus ojos
que se beban la tristeza,
que la guarden donde quieran,
que la encierren donde puedan.

Y yo me pregunto,
si no sé,
cómo manejar la pena,
el vacío y todo el miedo.
Si no puedo frenar el mar
que me desborda,
si solo así puedo aligerar,
un ratito, el nudo
que atraviesa la garganta.

Igual, soy así.
Podéis aceptar
-un poco más-,
que es parte de mí,
esta debilidad.

Yo no logro encerrarla.
Y cuando habla,
solo llora,
quiere tu abrazo,
y busca su sitio
en tu regazo.



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