Pasa el tiempo,
y de largo, vemos pasar al invierno,
que, siempre, intenta dejar poso.
Pasa, pasa, ¿ves?
Ya se va.
Y yo te miro,
mientras tu mano
acaricia mi cuello.
Pasa todo,
tú te quedas
y yo contigo.
Mi lugar más seguro eres tú,
dónde no encorseto mis miedos,
ni mis formas.
Dónde solo nace querer,
con la certeza,
de que no hay otro hueco
donde pueda encajar mejor.
A ti, es dónde cada día,
quiero volver,
y re-volver-te.
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