jueves, 29 de junio de 2017

La cara B (de uno mismo)

La cara B, recuerdo,
solía ser la que ya no escuchaba.

Lo "mejor" estaba en la cara A.
Girar la cinta para escuchar
lo que la cara B tenía por decir,
era demasiado esfuerzo.

Hoy, sé que la cara B,
tiene también grandes músicas,
cuyo descubrimiento es
desenvolver regalos sin parar.

La cara B quita las gafas
libera de las autoimpuestas cargas.
Demuestra, que puedes,
con lo que tienes.
Te permite conocer
qué te hace feliz,
y qué no.
Lo que quieres y lo que no.

Te plantea si te quieres bien,
o si dejas que la cara A te domine.
Te descubre que vales mucho,
que mereces todo lo bonito,
que te quieran (con locura) también,
y que puedes elegir y cambiar,
tus maneras de ver y de vivir.

La cara B espera ser llamada
cuando te canses de la cara A.
A que cuando lo hagas,
quieras llenar su vacío,
ese egoísmo, el dejarte llevar por la masa
que se empuja y te arrastra
a esconderte, porque sí.

La cara B espera a que te decidas,
a desplantar a la rutina,
y quieras, mirarte por dentro.

Seguro que te has planteado alguna vez
si tú, también la tienes.

Está; todos tenemos dos caras.
Si me apuras, muchas más.

Mira, mira-te ahí dentro,
en el bolsillo donde guardas
el corazón.

lunes, 26 de junio de 2017

Ven, que nos damos abrigo.

Esta foto; maravillosa estampa,
de un camino de lo más revelador,
de un camino compartido,
de un camino con curvas, recovecos, sombras,
llanos senderos,...
De un camino, de un viaje,
que siempre acaba en casa, a salvo.

Y todos ellos te salvan,
cuando aprietan tu mano fuerte.
Todos y cada uno de ellos,
te sujetan para que no caigas,
te abrigan cuando desnudas tu alma,
te devuelven el puzzle armado de tu corazón roto,
ése que les has mostrado.

Esta foto es valentía,
la de atreverse a plantar cara a los miedos,
la de decir "basta" a lo automático,
a la mentira, al taparnos por dentro.

Todos ellos son revolución,
libertad y mirada.
Miradas que son más que ojos bonitos.
Ellos muestran lo mejor de ti,
corazones abiertos en canal,
que reposan en tus manos al igual
que el tuyo, ellos lo sostienen.

La imagen, es felicidad.
La de un trabajo precioso,
que, con tanto cariño, Joaquín ha guiado.
Es la foto de la confianza,
del agradecimiento,
de la superación,
del descubrimiento.

Es el atrevimiento, de decir basta.
De querernos libres.
De querernos.
Mucho.
Y más.

Es la generosidad de la verdad.
Y la esperanza.
La de que todo puede ser mejor.
Somos la imagen de la conciencia,
de saber que aquí y ahora,
no hay mejores personas,
con las que dejarse llevar,
con las que compartir-te,
con las que dejarte ser.



Gracias por tanto, compañeros.
Gracias por tanto Joaquín.
Gracias #EscuelaJamming. 
Os quiero infinito.
Sigamos... 


miércoles, 21 de junio de 2017

La puerta ya se cierra

Se acabó.
Como tantas otras historias acaban.
Esta vez te ha tocado a ti,
es la tuya la que toca fondo.

Lo has visto venir,
no pudiste mantener a flote,
aquello que ya empeñaste
desde los comienzos.

Te dirán,
que lo que mal empieza
no suele tener final de cuento.
Te podrán decir que lo intentaste,
que lo diste todo, y perdiste.
Te dirán que pasará,
que encontrarás nuevas ilusiones
ésas que a ti siempre te hacen falta.
Sin duda, te dirán que estés orgullosa,
que lo hiciste y esquivaste, con ayuda,
infinitas zancadillas.

Te dirán...todo lo que quieran,
para intentar consolar la pena.
Y se agradece.

Pero, amiga, el final es tuyo.
Tú lo has guisado,
igual que, al principio, le echaste
a ese mismo guiso,
toda la ilusión que te cabía,
toda la que tenías,
y aquella que vendiste, también.

Pero, amiga, se acabó.
No puedes sacar más jugo.
Quedó seco.

Y tienes que decir adiós.
Aunque cueste y duela.
Despedirse como virtud,
de no quedarte pegada
a lo que puedo ser y no fue.

viernes, 16 de junio de 2017

Consejos vendo...


Mucho trabajo. 
Sin pausas.
Se puede.
Seguimos.

Apaga la televisión,
ya no cuenta nada interesante.
Solo te aleja de ti, logrando intereses
por los odios ajenos.

Olvida el móvil a ratos,
échale un órdago al desconectarlo mientras duermes.
No contestes a todo en segundos,
porque, a esperar, también se aprende.

Cuando te venden felicidad,
a través de productos,
duda.
Buscan que no te quieras,
que seas débil,
para que caigas en sus redes.
Para estar bien, solo te necesitas
a ti.

Nada es tan urgente.
Nada es tan importante.
La perfección no existe
y siempre la pondrás más alto,
imposible de alcanzar;
así que no trates de encontrarla.
Te harás el favor de ser más feliz.

No te compares, ¿para qué?
No eres más por salir victorioso,
ni menos si no lo haces.
Mejor y peor no son opciones.
Sé tú y esfuérzate contigo.

Ríete de ti mismo.
No te des tanta importancia.
Tu ombligo es importante,
mas no es el único.
Exigir va de la mano de sufrir.

Gritar no te ayudará.
Escucha música.
Pasea.
Y llénate por dentro.

Escucha a los demás,
sin buscar solo darles respuesta.
Presta atención a los actos
y no tanto a las palabras.
Y permite cambiar de opinión.
A ellos y a ti.
Mira a los ojos.

Aprende a meterte en tus asuntos,
y menos en los de otros,
bajando el volumen al rencor
que te quema por dentro.

Valorate mucho.
¿Te das cuenta de lo mal que te sientes
cuando no lo haces?
Eres único,
mejor cuidarte y quererte.
El lodo es pegajoso, pero no te engañes.
Ahí no se está bien.

Si quieres ser auténtico,
destierra las negaciones a ti mismo.
Si quieres ser auténtico,
abraza-te.
Si quieres ser auténtico,
cree en ti, conócete,
cambia y quiere-te mucho.

Perdona.
Aprende cuando te duelen.
Aléjate del daño.
No juzgues, que el juicio
solo mina a uno mismo.

Tiende manos, no las alces.
Tiende puentes;
pasarás también por ellos.
No busques venganzas,
pues siempre perderás.
Causar dolor es cavar más hondo el propio.

Haz lo que te guste.
Sonríe, cuando te apetezca.
Pide ayuda.

Date la oportunidad
de andar la vida
y no pasarla de puntillas.
Y agradece.

domingo, 11 de junio de 2017

Si vuelves

Si vuelves esta vez,
que no sea por la puerta de atrás,
que ya, por fin, me cansé
de encontrarte por sorpresa en el desván.

Si vuelves esta vez,
hazlo por la entrada principal,
pidiendo permiso al tocar el timbre,
igual que hacen los invitados
al banquete.

Es la única manera
de tener una oportunidad,
de dejarte pasar o no,
y no advertirte por sorpresa,
con todos tus enseres
desbaratando mi casa.

Si vuelves,
llama al timbre, por favor.
Muestra algo de valentía
y soporta mi mirada.

Si te voy a abrir igual;
incapaz de ajustar cuentas,
sin barreras que me defiendan,
ante tu llamada.

De esta manera, por lo menos,
parece que la decisión
es mía.

viernes, 9 de junio de 2017

Te borro del mapa

Ya está hecho.
He borrado tu teléfono
del móvil, de la agenda,
y del ordenador. 
Nunca llamé a tu casa.

He roto las fotos,
y eliminado los archivos
y álbumes de toda mi tecnología. 

Los planes que apuré para nosotros,
los he vuelto a poner en papel,
y los he hecho mil pedazos,
sin quedar nada de ellos. 

Tus mensajes diciendo nada,
y los que soñé que enviabas,
han ido y están ya en la papelera,
donde también has acabado tú. 

Si te molesta, perdona.
Sólo trato de guardarme a salvo
de volver a saber de ti,
de que retorne tu aroma
sin aviso,
y de volver a perder lo jugado.

Que nadie se atreva a decirme 
que esto no es un gran avance.

Y lo sé, no puedo engañarme,
Queda lo más difícil:
olvidar tu teléfono,
borrarte de las fotos,
que guardo archivadas en el corazón,
no preguntar por ti,
ni buscarte en las miradas,
ni a mi lado en el metro.

No tengo nada de ti
y sin embargo 
aún queda todo.



martes, 6 de junio de 2017

La cuenta

Por favor,
me traiga la cuenta,
cuando pueda.

Mientras, apuro el último trago de café.

Gracias.
Discúlpeme, verá usted,
no llevo suelto.
He de pagarle con una suma grande.

Ah, que no tiene cambio.
No se preocupe, estoy acostumbrada,
a menudo me pasa.
A fuerza de regalar, me quedo con muy poco,
y siempre acabo perdiendo.

En el platito, lo que me usted me dio,
que no ocupa ni la palma de una mano.

Sobre él, ajusto las cuentas
con la ilusión, las ganas
más el tiempo que dediqué
a esperar que me quisiera.

Cóbre-se de ahí.
No, no le dejo propina.
No me queda nada.

Hasta siempre
y gracias por el amargo café.
El próximo será en otro bar,
que espero,
no me cueste la vida.


lunes, 5 de junio de 2017

Con cierta desesperanza


Hay algo o alguien que decide por ti,
sin haber pasado por escrutinios,
ni mayorías.

Decide más de lo que pensamos,
y cuesta creer que es sólo el azar,
de este mal repartido mundo,
que al nacer, según dónde y en qué seno,
ya promete,
pintarte más de colores o de grises.
O te llena el plato,
o te lo da con limosnas de otros.

Decide, a fuerza de injusticias,
que poco se entienden, y poco hago,
desde el lado de la comodidad,
del saberse calentito y con papel higiénico,
siempre.

Algo o alguien mueve tus hilos,
e incluso pone fecha para cortarlos.
Decide también si en tu camino tendrás
mayor número de árboles y soles,
o, en cambio, rayos y nubarrones,
que harán más difíciles tus andanzas.

Si verás, o no, a tus padres en su vejez,
o si ellos te verán a ti,
si lidiarás con muchas fealdades,
si te pasarán cosas fuera de la "ley natural",
si tendrás que esquivar los dolores,
a fuerza de despertarte cada día.

Decide, sin yo entender los algoritmos,
que puedes tener un camino más sencillo,
encontrando tú los quebraderos,
porque quizá cuando se tiene todo,
se buscan faltas.
O tenemos todo,
con el peaje de mil vacíos.

Hay algo dentro...
una bola en la garganta,
que busca respuestas,
a tanta incertidumbre,
a tanta incomprensión,
a tanta injusticia,
a tanta locura humana,
a tanto vacío,...
pero no, no las encuentra.

No sé lo que somos,
no sé donde estamos,
no sé hacia donde vamos,
aunque sí estamos esbozando
el fin del sentido común.

Estoy escribiendo esto y
pienso que si estás ahí, Dios,
no has sido justo con muchos.
Y la verdad, también, es que
ya nos encargamos nosotros,
de repartirnos más injusticias,
muchas, a base de cambios de canal.

No sé que hacer con este nudo,
que no se va aunque lo plasme.
Quiero tanto,
que hasta duele.
Quiero tanto,
que lo que duele,
es mi gran miedo
a
perder.

Pero... ¿Acaso algo es mío?
Y... ¿Esto será crecer?

No sé si daré con algo
que sacie esta curiosidad,
que me asusta.
Y no sé si quiero que pase,
porque me hace consciente
de mi suerte hoy y
de la vulnerabilidad de todo.


viernes, 2 de junio de 2017

Unos minutos de caos

Veinte minutos,
un trayecto de autobús.
Y otros quince de paseo
por Madrid.

Mi cabeza revolucionando
más rápido de lo que yo,
a horas tan tempranas,
puedo asimilar.

En estos pocos minutos,
he perdido muchas ideas,
pese a llevar cuaderno (sí, y boli)
a cuestas conmigo.

Treinta y cinco minutos,
aunque pocos, dan para mucho,
y me recuerdan,
que la música es infinita influencia,
que logra línea directa emocional,
conexión sencilla con mi montaña rusa.

Las personas con las que me cruzo,
me llevan al momento en el que yo,
también, desayuné a las 7:00 am,
tras la juerga resacosa,
una rápida hamburguesa,
de las que hoy tanto reniego.

He recordado,
con esa canción de fondo,
cosas que ya no quiero recordar,
que ya no duelen,
pero que no se olvidan,
porque el olvido no existe.

Un anuncio,
que se atreve a hablar de la belleza,
me indigna.
Y me hace consciente de mi suerte,
al saber ver que la belleza está en aquellos ojos,
que te dejan ver y que reflejan el alma
y la bondad de ser humano.
Bondad que es y existe,
aunque nos pinten lo contrario.

Sigo caminando,
esquivando las cucarachas con asco,
mientras cuestiono la importancia que nos damos,
cuando en realidad somos
meros puntos negros en el Universo.
Y, sin embargo, nos creemos todo,
con el derecho de destrozarlo,
al antojo de cada uno.

Ya llego,
ficho en mi "cadena de producción",
mi alienación consentida.

Hoy lo hago más agradecida,
por esta locura mañanera,
tan diferente a la de otras.




jueves, 1 de junio de 2017

Si tienes peques cerca,... sabes de lo que hablo

Son tus ojos y esa forma de mirar de lado,
traviesa.

Son tus pocos años,
y tu carcajada tronada.

Es tu sorpresa continua,
incluso por la rutina que tan bien conoces.

Es tu energía constante, tu chiste.

Son, las cosas que cuentas y cómo lo haces.

Es tu alegría al recibir a quien entra por la puerta.

Es tu salto cuando algo te encanta.

Es, también, tu enfado y lo rápido que se pasa.

Es la inocencia de tus manos,
con la que deberíamos nosotros
acariciar el mundo.

Es tu juego loco, tu atención a todo,
tu alerta siempre,
y tu naturalidad.

Es la paz que regalas cuando duermes,
por saberte descansando "a pierna suelta".

Son tus palabras directas
y tus "tretas" para conseguir lo que deseas.

Es el te quiero que se te escapa,
y desmonta.

Es tu viveza, tu ternura, tu voz chillona y tus andares.

Es la alegría que brota por cada uno de tus poros.

Y, lo que pasa,
es que ya puede esperar todo lo importante,
porque lo realmente urgente
es
abrazarte
y
querer
congerlarte
para que seas siempre,
así de feliz.