martes, 20 de septiembre de 2016

Qué importa cómo se llame...


Qué importa.
Qué importa cómo se llame
o cómo lo quieran llamar.

Esto, quizá no tenga nombre
y quizá tampoco lo merezca,
porque nombrarlo es un sinsentido,
igual que esperar que esa persona llegue antes
por mirar, sin parar, al camino.

Qué importa cómo se llame,
si nos sale elegirnos
una y otra vez.

Qué importa, 
si hacemos que nuestros caminos siempre converjan,
aunque lleguemos por lados diferentes,

Qué, dime, 
si hay que ponerle nombre
a vivir la vida contigo,
a que me toques, de esa forma tuya, el alma,
a que te bese cada noche el corazón
o a que seamos juntos, tú y yo.

Por qué, dime, 
hay que ponerle nombre a lo que venga
para que otros contenten sus morales,
que ni son tuyas ni mías.

Que no, que no lo entiendo,
que no quiero entenderlo,
que no busco el cielo (ni el infierno),
que no añoro etiquetas,
ni ansío bautizos a nuestra historia.

Qué importa cómo se llame,
si tenerte me da vida,
y no hacerlo provoca de pensarte, mi pasatiempo favorito.

Qué importa... 
Si te beso.
Qué importa...
Si te busco.
Qué importa...
Si te quiero.
Qué importa...
Si todo lo que me importa lo tienes tú.


#CaminoDe14
#Moratum

jueves, 15 de septiembre de 2016

Amores bonitos

Es ELLA.
Y es un TODO en la tormenta,
y lo es también en la calma.

Es la energía que siempre quieres que te recargue
y el silencio que necesitas que te acompañe.

Es ABRAZO, con mayúsculas, capaz de sosegar la tristeza mientras te das,
porque no quieres elegir otra cosa.

Es mirada, siempre cómplice. Esa mirada con la que te gustaría ver a ti el mundo. Por lo menos, una vez.

Es carcajada tronada, espontánea y maravillosa, convertida en cicatriz que cierra y mitiga las heridas.

Es amor, porque lo desborda y lo regala.

Es curiosidad la que mueve su mundo y su gran misterio es la capacidad de asombrarse por todo, como una niña (igualita que su "ojito derecho"). Lo es tanto, que tiene la virtud de contagiarte y si de mojarse se trata, no hay mejor destino que los charcos (con o sin botas de agua).

Es belleza. De las dos, pero sobre todo de la que está fijada en las venas y que estalla en quienes estamos cerca.

Es frágil, y mucho. Aunque a veces pretenda esconderlo bajo su coraza. Pero si la conoces, cede y abre el paso sin condiciones.

Es compañera de camino y de bailes. Caminaría a su lado sin tener destino y bailaría (saltaría) todas las canciones con ella, hasta las tristes.

Es infinita, porque le gusta y porque sabe bien que somos mucho más de lo que se ve.

Es vida. La que el destino te pone y te re-pone por si fuiste tonto y no te diste cuenta la primera vez.

Es AMIGA. Luz.


Qué bonito tenerte, amiga.
Tanto que agradecerte.
Que todo se queda corto.