miércoles, 24 de febrero de 2021

A todos los cupidos

Película: Tobi, el niño con alas

Rodaba el vino...

¡Amor propio! ¡Viva!
¡Amor del hogar!¡Viva!
¡Amor a los demás! ... 

Cupido quedó apartado,
sin su arco.
Triste, a pecho vacío,
desnudo de aliento
y moribundo,
gritó:

"Egoístas, ególatras,
no veis más allá
de vuestras narices.

Importantes son esos amores,
y también lo son los demás.
Tener hueco para ellos,
pensar su bienestar,
actuar con compasión,
empatía
y corazón
ayuda a este mundo dormido,
hace saltar sus latidos
y a nosotros,
nos expande,
colma el corazón
suma y multiplica
ese amor a uno mismo
y familiar".

Se acabó el vino...
y todos marcharon en silencio.

Cupido, recogió su arco,
recobró sus fuerzas
y se fue a atravesar
barreras.





 


Saldemos la deuda

Saldemos la deuda
que dejó el invierno,
quitáme los botones
que sellaron mis labios.

Tócalos mientras hablamos
de lo que no pasó
y que dejó mi corazón 
en un denso letargo.

Desde un presente de color,
quiero sacar las sombras,
porque tú eres la que,
no sé como
ni por dónde,
siempre
regresa
a decirme 
que no pasamos,
que el amor pasó de largo,
aunque solo por ti.

Conmigo.

Conmigo,

se 

cebó.





viernes, 12 de febrero de 2021

Un año y medio (a falta de 3 días)


Ella abre las puertas del mundo a cada segundo, tan rápido como hace con los cajones.

Ella cruza el dedo corazón con el dedo anular cuando quiere que se la de algo. Este gesto es muy suyo.

Ella repite ma-má las veces que haga falta y más. Porque mamá es la solución a muchas cosas. Y ma-má siente una fuerza asombrosa y cuando nota que se desborda, siempre encuentra una sonrisa, un abrazo y un mamá que le conecta de nuevo con lo importante. 

Ella derrumba muros cuando coge un cuento y hace que ma-má se siente para sentarse encima suyo, coge una manita y quiere que ma-má se lo cuente. 

Ella campa a sus anchas por la casa y se queda quieta si la habitación está oscura y llama a ma-má o pa-pá para que se la enciendan. 

Ella se cuelga una bolsa del brazo y se acerca a la puerta para irse a la compra, y vuelve a la cocina para meter un par de plátanos en la bolsa, tan contenta.

Ella aprende tan rápido que maravilla. Aprende de lo que ve y de pronto se la descubre repitiendo algo que ha visto que hacía su mamá o su papá y que en ese momento no se le dió importancia pero ella, atenta, lo captó. 

Ella con sus ojos ilumina vidas, ¡qué manera de mirar! Deja sin aliento y se puede oír como el corazón de quién recibe la mirada late más fuerte, más vivo. 

Ella se ríe y para la rotación de la tierra haciendo que quien la escucha solo quiera que esa risa no pare nunca.

Ella juega a no recoger y entonces llega el monstruo de la recogida a hacerle cosquillas. Llega tantas veces como quiera, hasta que se cansa y recoge. Sí con ayuda de su ma-má, porque la llama. 

Ella disfruta con las fotos nombrando a su manera a todos los que aparecen. Su álbum de fotos le encanta y le encanta más si se lo cuentan con detalle.

Ella disfruta con las historias que le lee su pa-pá de noche. 

Ella no duerme mucho no, y es verdad que su madre va agotada y a veces se desespera entre tanto despertar y luego se siente culpable. 

Ella abraza piernas, abraza sueños, echa los brazos, apoya la cabeza en hombros, da besos, besos de gnomo y rasca manos por si pican...

Es tanto que tengo que contarlo en tercera persona para tratar de no llorar mientras lo escribo. Pero no lo he conseguido...

viernes, 5 de febrero de 2021

La importancia de estar


No hubo nadie que recordara
que yo no estaba.
No hubo nadie que luego
me contara.
Ni una persona que
pensara que me podía
importar.

Y la responsabilidad 
de que nadie se acordara
solamente es mía.

Por haber dejado de estar,
he ganado a pulso
la ignorancia. 

En un pulso que echo 
desde hace bastante tiempo
creo que conmigo misma. 

Cada uno recoge lo que siembra
aunque hoy
me
pesa.



miércoles, 3 de febrero de 2021

Me permito ser la madre que quiero ser

Me permito quedarme inmóvil
mientras te veo dormir. 

Llenarme de paz
a tu lado en la cama 
y cuando tu paz está solo en mi regazo.

Olerte,
respirarte profundo
todas las veces que me dejas.

Me permito disfrutarte
cuando te enganchas al pecho.

Mirarte,
solo queriendo aprenderte.
Me permito gustarme
al no querer separarte de mí
y también cuando siento
que no puedo más.

Gozar de tus
"ma-má, ma-má",
y de tus brazos que me piden.

Me permito necesitarte
más que tú a mí. 

Me permito sentirme:
fuerte y débil a la vez,
vulnerable,
miedosa
y con infinita gratitud.

Me permito buscar tus ojos, 
acariciar tu manita, sin prisa.
Saber que tu sonrisa
enciende mi mundo.

Me permito admirarte en
cada cosa que haces,
en todo lo que tocas
y en toda tu ternura.

Desnudar mi alma
cada vez que te nombro.

Saber que mi universo baila
con tu ser tan especial,
con tu crecer.

Deseo que crezcas segura,
que te quieras,
que seas muy consciente
de la suerte que tendrá
toda persona que comparta
tu
vivir.