jueves, 1 de junio de 2017

Si tienes peques cerca,... sabes de lo que hablo

Son tus ojos y esa forma de mirar de lado,
traviesa.

Son tus pocos años,
y tu carcajada tronada.

Es tu sorpresa continua,
incluso por la rutina que tan bien conoces.

Es tu energía constante, tu chiste.

Son, las cosas que cuentas y cómo lo haces.

Es tu alegría al recibir a quien entra por la puerta.

Es tu salto cuando algo te encanta.

Es, también, tu enfado y lo rápido que se pasa.

Es la inocencia de tus manos,
con la que deberíamos nosotros
acariciar el mundo.

Es tu juego loco, tu atención a todo,
tu alerta siempre,
y tu naturalidad.

Es la paz que regalas cuando duermes,
por saberte descansando "a pierna suelta".

Son tus palabras directas
y tus "tretas" para conseguir lo que deseas.

Es el te quiero que se te escapa,
y desmonta.

Es tu viveza, tu ternura, tu voz chillona y tus andares.

Es la alegría que brota por cada uno de tus poros.

Y, lo que pasa,
es que ya puede esperar todo lo importante,
porque lo realmente urgente
es
abrazarte
y
querer
congerlarte
para que seas siempre,
así de feliz.

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