Adivina, adivinanza.
Así lo vivo yo.
¿Sabrás de lo que hablo?
... Es punzada en mis carnes si te dueles,
es pensarte mucho, bonito y bien.
... Es la calma en tu mano
y es paz mundial brotando con tu abrazo.
... Es paciencia mutua,
el elegir callar,
a pesar de "tener" tantas cosas que decir.
... Es querer que estés bien
y estar más a tu lado si tropiezas.
... Es gustarme más si tú me miras,
es mirarte y que me gustes más.
... Es pensar qué hacer para que sonrías
y plantes cara a la rutina,
conmigo.
... Es saberse imperfecto,
y con la verdad,
de nada.
... Es presente y querer un corazón
más grande para que quepas más.
... Son los paseos colgada a tu cintura,
como antídoto cuando me revuelvo.
... Es respetar cuando se necesita soledad,
sin notarte temblar los miedos.
... Es compromiso sin esposas,
libro abierto sin final,
raíces que echamos a crecer.
...Es compartir tu bien,
con el que antes era solo mío.
... Es el corazón que late,
más contento desde que estás.
... Es aceptar lo que no se puede cambiar,
darle la vuelta, mirarlo y darle otra oportunidad,
y quererlo si forma parte de ti.
... Es tu piel que revoluciona,
si me toca.
... Es decisión firme,
y hacerla fuerte cada día.
...Es locura y dosis de cordura,
cable a tierra.
... Es elegir.
... Es elegirte.
...Y que me elijas.
¿Sabes de lo que hablo, amor?
Ups, ya se me escapó.
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