viernes, 17 de noviembre de 2017

...De las piedras...

Imagen: Tommy Ingberg
A ti, mi piedra más grande:

Has sido mi piedra,
ésa en la que el ser humano,
lento aprendiz,
tropieza una y otra vez,
y otra vez,
y otra.

Ni soy capaz de recordar
las veces que caí de bruces,
en tus redes,
como en una tela de araña,
quedándome atrapada,
revoloteando para tratar de escapar
...
sin lograrlo.

Al agotarme y parar,
soltabas lastre y me dejabas ir.
Y muy enrabietada,
no quería marchar.
¿Por qué habría de irme
cuando tenía un lugar en tu vida,
aunque me apretara?

Ganabas al final,
lograbas que entendiera
mi sin hogar en tu vida y,
cabizbaja,
me iba.

Nunca salí ilesa de las partidas,
heridas no curadas,
duelos sin despedidas,
huecos que yo tapaba,
como podía.

Hasta que, sin poder hacer nada,
volvías, piedra maldita,
a cruzarte en mi camino.

Y yo, caía
sin remedio.




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