Ocurrió.
La tienes. Ya es, en parte, tuya también.
Tienes mi debilidad en tu mano
Mi losa más temida
Mi parte más sufrida
Mi enemiga, aunque es mi yo, también.
El precipicio sin paracaídas,
El pasado golpeando la puerta,
El miedo, la culpa, mi sinrazón,...
Mi desnudez completa,
por dentro y por fuera,
reposa ya, cada noche, sobre tí.
No me quedan armas ya.
No guardo nada más en la manga,
Lo prometo.
Has visto toda mi oscuridad.
Ahora, que la tienes tú
que ya la conoces, que sabes me duele,..
también te entrego (no debería, lo sé) el poder de moldearla,
ayudarme a aligerarla o hacer la carga más pesada.
Precio injusto de mostrarse a corazón abierto
y el tuyo, de recibirlo...
Confianza ciega y cierto temor.
Completamente vulnerable ante tí.
Cuídala, por favor.
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