Has multiplicado las sonrisas,
agrandando la capacidad de mi corazón.
Has hecho brotar gansadas olvidadas
y ternura inexplicable.
Has cambiado mi tiempo
haciéndolo contar doble.
La paz es contigo en mi pecho y
el amor crece a cada instante.
Con cada gesto en casa crecen flores,
y tu sonrisa ensancha la vida.
Teníamos un hogar muy bonito
y, desde que llegaste,
tiene un arcoiris constante,
colofón perfecto, cotillón sin fin.
Poder cuidarte,
quererte,
besarte,
abrazarte,
tu olor a vida,
que tu mano agarre mi dedo,
que me mires fijamente,
que te lances a comer,
que muevas sin control las piernas,
que duermas tranquila,
que hables a tu manera o
que te acurruques en mi regazo,
es querer donarte lo mejor de mí
para tratar de ser capaz de devolverte todo lo que tú me das.
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