viernes, 12 de enero de 2018

Dignidad cero.

Nudo en la tripa,
me retuerzo,
sin tregua.

A lágrima viva,
intentado encontrar
qué hice mal,
contigo.

Absorbida,
sin poder fijar la mirada
en otra cosa que no seas tú,
consumida en tiempo,
que no pasa,
punzada en el alma,
que sube a la garganta
y no deja salir la voz.

¿Sabes lo qué es eso?

Pero...,
¡qué vas a saber tú!
Desentendido de las
piedras que lanzaste,
mirando de frente,
al amor que
te regalaba
sin costes ni deberes.

¡Vete ya lejos de mí!
Que yo te diré que sí,
aún sin querer que vuelvas.

Si algo te importo,
es momento de irte,
aunque no quiera que lo hagas,
aunque me falte el aire,
aunque te huela y te vea
en todo lo que tenga cerca.

Márchate.
Bueno, espera...
No te vayas todavía.

Dame lo que te sobra,
un rato más.
Ya no le queda dignidad
a mi corazón.



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