Acepto la invitación
que me hace una amiga
a pensar y reflexionar
sobre mí, pero
con una excepción:
en esta ocasión
solo se admiten palabras
bonitas, llenas de vida
y de autoamor.
Además, me añade:
¡compártelo y libérate!
¡Qué gran reto cuando
lo más común es lo contrario!
Así que allá voy:
Amo de mí mi sonrisa
y los hoyuelos que salen
en mis mejillas.
Amo cuando salen sin forzarse.
Mis ojos oscuros y su forma
de pararse a ver fondos,
más allá de lo simple.
Amo mi capacidad de luchar
por aquello que me importa
y quiero.
Mi constancia,
que, aunque tarde,
me hace ir pasito a pasito,
intentando llegar.
Amo la confianza que
he ido ganando en mí misma,
que aunque a veces tiemble,
puede mantenerse fuerte.
Mi sensibilidad, buena compañera,
que me ayuda a encontrar
siempre lo importante.
Mis piernas que me llevan
de un lado a otro.
Mis manos largas que acarician
y abrazan.
Amo mi valentía
para enfrentarme a retos.
Aunque luego no brillen
como esperaba,
yo hice todo lo que pude.
Y ahora sigo pensando
que al final en la vida,
tú estás contigo,
y todo es más fácil
si te alías y te haces tu amigo.
Si me lees y te remueve,
ahora te invito yo
a que te escribas
y digas bien alto
todo lo bonito
que tienes.
Pd: Edurne, @comidareal, ¡Gracias por este regalo!
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