pero que es más aventura, si cabe.
Tú, que la conoces,
seguro ya lo sabes;
me refiero a la vida en sí misma.
Es una montaña rusa que te animan
a esquivar, a pasar por alto,
a no hacer caso.
Sólo hay lugar para lo correcto, lo esperado,
siempre complaciendo a otros,
sin hacer ruido y transitando por ella
de puntillas y si no se te oye, mejor.
Sin embargo, esta forma de recorrerla,
es insulsa, triste y peligrosa,
porque al final estás tú,
y no te estás haciendo caso.
Mientras, en el pecho vas guardando
aquello que no te permites sacar.
Y, si alguna vez, puedes hacerte caso,
es posible su estallido,
a veces, sin control alguno.
La montaña rusa es ser consciente,
de lo que tienes dentro,
con la valentía que conlleva.
Es poder nombrarlo, sentirlo y vivirlo,
y tener con quién compartirlo.
Son las emociones,
que te suben y te llevan
y cuando las das voz,
te liberan.
Déjame decirte que no,
no las podemos eliminar.
Están y también nos definen.
Obviarlas no significa que desaparezcan.
Obviarlas significa no tener ningún poder sobre ellas,
pudiendo explotar en mil pedazos,
sin esperarlo.
Obviarlas es desconocerlas.
Y ¡qué dañino es desconocerse a uno mismo!
Soy consciente de mi suerte,
de contar con espacios seguros para hacerlo.
Sin negaciones y con mimos y cuidados.
Muchos estamos aprendiendo a hacerlo,
Muchos estamos conociéndonos
y tratando de ser conscientes,
pero de verdad.
Es la aventura de mirarte dentro,
de aceptarte y de quererte.
Y de querer a cada una de las personas que están contigo,
dejándote llevar por ellas
dejándote llevar por ti.
Es la maravilla de compartir-se.
Es la maravilla de dejarte guiar.
Es la maravilla de vivir así.
Es la maravilla de saberte tu.
Es la maravilla,
dejadme que lo diga otra vez,
de la #EscuelaJamming,
que por si tenéis alguna duda,
es mucho más que impro.
:)
Gracias compañeros,
Gracias de corazón a Joaquín Tejada, por ser tu y darnos tanto.
Gracias #EscuelaJamming
No hay comentarios:
Publicar un comentario