viernes, 9 de diciembre de 2011

Omisión de Socorro

Deberían juzgarte
por incurrir en el delito de omisión de socorro.

Y es que no quisiste acudir
al silencio de mis gritos llamándote.
No tendiste tu mano,
cuando viste que la mía se estiraba para alcanzarte.
Huíste de mis ojos,
clavados siempre en ti.
Mi boca susurraba tu nombre
y tú, tapándote los oídos.

Me dejaste ahí, tirada,
no queriendo atender a mi corazón moribundo,
y yo mirando tus pasos cada vez más alejados.

A partir de ese momento,
entré en una especie de coma profundo,
encefalograma plano incapaz de pensar,
siempre comparando,
siguiendo en la distancia tu vida de cuento de príncipe.

Nadie ha podido, aún, recoger los restos que dejaste.


Yo, pues, te condeno.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Amor, este es del bueno...

Lo acabo de decidir.

Mataré a todos los monstruos por ti.
No les dejaré que te atormenten.
Aunque no pueda evitar que sufras,
Me quedaré a tu lado
Inmovil. Cogiendo tu mano fuerte.

Porque te quiero. Y no hay nada mas bonito...

Y me sigo cuestionando que cuando yo tenga una hija/o pueda querer más...

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Intruso

Llamaste a mi puerta y no tuve mas remedio que abrirte.
Viniste a por algo que era tuyo.
Te lo di.
Me besaste, pero te fuiste con ella.
Te diste la vuelta y guiñaste un ojo.
Supe entonces que empezábamos de nuevo...
Y entonces...
la sonrisa me ha despertado.
No se por qué te sigues colando así en mi vida...

martes, 4 de octubre de 2011

La guerra en el espejo...

-A veces hay que escupir, otra vez...-

¿Ves? ...Te lo dije...
No puedes ser lo que no eres.
¿Me oyes? ...Te lo avisé...
No lo vas a conseguir.
¿Estás ahí? ...Deja de intentarlo...
No podrás con ello.
¿Eres tú?...Ya no sé ni quién eres...
No te veo. No te reconozco.
¿Me quieres? No lo siento.
¿Crees en mi? Deja de golpearte.
¿Eres feliz? ¿Lo ves? ...No contestas...

¿Aceptas un consejo?

Primero acéptate como eres
Y luego vuelve a hablar conmigo.


domingo, 11 de septiembre de 2011

A examen!

Habías estudiado todas las lecciones y creíste que aprobarías sin problemas.

Pero no te esforzaste siquiera en aprenderte las definiciones en negrita. Ésas que son preguntas, casi obligadas, en el examen.

No te fijaste en cómo las líneas, una tras otra, formaban frases con sentido, que luego iban a ser claves para resolver el problema planteado.

Por supuesto no dedicaste nada de tu tiempo a analizar las fotos e imágenes del libro, ni los pies de página. Esas curiosidades que el alumno aventajado utilizará para subir la nota.

Ni, mucho menos, quisiste ampliar información mirando un poco más allá...

Memorizaste rápidamente -creyendo saberlo todo- sin hacer la lectura previa recomendada. En tu método no había tiempo para subrayar, ni esquematizar, ni dibujar...

Corrías el riesgo de olvidarlo todo.

Llegó un día en el que alguien te preguntó, y te preguntó por los detalles, aquellos que requieren una comprensión profunda, un interés verdadero,
un estudio cuidadoso y dedicado...

Como no podía ser de otra manera, tu mente quedó en blanco.
Pensaste que lo sabías todo y que tu estudio había sido válido y, sin embargo, suspendiste.

Creíste que podías avanzar por el camino de puntillas, y llevarme a mi contigo... y te equivocaste.

Yo necesito a alguien que quiera aprenderse-(me) y conseguir la matrícula de honor.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Nos faltó tiempo...

No pudimos llegar. Tus palabras iban demasiado deprisa.
Yo no quería correr. Quería sentir. Dejarme inundar por ti.
Enseguida dijiste te quiero...

No pudimos llegar. Tus demostraciones de cariño iban tan despacio...
Yo dejando todo por verte. Haciendo crucigramas imposibles por besarte y tenerte a mi lado, un segundo, dos.
Tu, rápidamente acostumbrado a mis quereres.

Como un niño pequeño al que no se le puede negar un capricho..., tú, acostumbrado a pensar solo en tí.
Incapaz de ver lo que sienten mis ojos. Ciego por no entender lo que piensa mi corazón.

Experto en adornar-me con palabras que atontan, novato en el arte de querer-me.
Querer es... que lo más importante ya no eres tú, es devorar con los ojos, hacer locuras sin pensarlas, buscar constantemente el aliento, tocar como si no pudieras volver a hacerlo, desear, soñar, estar, cuidar...

No soy las migajas de nadie. No lo creeré más.

Nos faltó tiempo sí... y tus ganas.

sábado, 30 de abril de 2011

Un precio a pagar...

...Y yo queriendo que me quieras...
...y tu sin querer darte cuenta...

Y yo imaginándome en mil sitios contigo,
imaginando que te despiertas a mi lado
y no me dejas levantarme de la cama.
Imagino que me abrazas
y me besas fuerte.
Que me dices "buenos días princesa".
Un día tras otro, una y otra vez.
Imagino mil risas contigo,
en mil lugares distintos.
Imagino que hacemos apuestas
para ver quién llega primero a casa
después de trabajar.
Imagino los nombres que pondremos,
si es niño, podemos repetir el tuyo,
y si es niña... ya veremos.
Me imagino creando regalos para el día del padre...

Imagino ir a la compra semanal contigo,
y llenar bien la nevera de cosas.
No faltará el vino, la cerveza y las aceitunas.

Imagino echar gasolina juntos
y que te rías de las peleas que tengo con el surtidor.

Me imagino yendo el finde a comer con tus padres,
y otro con los míos...
Discutimos, pero siempre lo arreglamos
y acabamos... tan bien.
Imagino silencios contigo,
y mil conversaciones,
compartiendo deseos, aspiraciones.
Juntos.

Te imagino conmigo... en todos y cada uno de los días de mi vida.

Y mientras imagino todo esto, me pierdo en la realidad.

Y me aguanto las ganas de volver a verte, de que me llames,
de que me escribas, de que me beses, de que me toques.

Imaginando tanto, me olvido de que quizá puede haber por ahí otro,
que imagine todo eso conmigo.
Tú te lo pierdes.

domingo, 23 de enero de 2011

Si nos hubieran concedido...

Si nos hubieran concedido,
cinco minutos más,
quizá me hubieras besado,
quizá me hubiera dejado.

Si hubiéramos tenido
diez minutos más,
quizá me habrías dicho,
no sé que me pasa cuando estoy contigo,
y te diría que a mi me pasa lo mismo.

Si nos hubiesen regalado
veinte minutos más,
quizá me hubieras dicho,
¿te apetece venir a casa?
Y creo que hubiera aceptado.

Si nos concedieran un desayuno
quizá podríamos hablar
de esto que tenemos,
que no es nada pero algo si es.

Si me concedieran algunos días más,
quizá podría demostrarte,
que yo te quiero bien.
Que me gustaría tener la oportunidad
de intentarlo contigo.

Quizá el mes que viene,
me concedas un rato más,
y me vuelvas a mirar de esa forma...

martes, 18 de enero de 2011

Tormenta

No me gusta la gente, que no sabe hablar nada mas que de sí misma.

Aquella que considera su vida como la única vida a la que hay que prestar atención.

No me gustan aquellos que disfrazan de preocupación por los demás,
su necesidad de ser el centro de atención.

Yo, yo, yo, y yo. Solo saben demostrar eso.
No me gusta el "yo he venido a hablar de mi libro"

No me gusta que exijan cosas que no estoy dispuesta a dar.

La amistad y el cariño no se exige, ni se compra.
Nace. 
Y si no nace, no se puede forzar. Solo estropear.

lunes, 17 de enero de 2011

¿Qué me pasa Doctor?

Como cuándo siendo pequeña te escondías
y nadie iba a buscarte.
Como cuándo tu madre te dejó en la guardería
por primera vez.
Como cuándo las cosas cambian muy rápido.
Como cuándo te dejan,
sin esperarlo.

Igual que si te asustan por detrás.
Igual que la sensación que queda
tras ver una película de miedo.
Igual que cuando el pecho se te encoge,
viendo que quien quieres se va.
Igual que la niña que busca su muñeca favorita desesperadamente.

Estando así y sin saber poner nombre a todas estas emociones...
Tengo de todo, y sin embargo... 
¿Qué me pasa, doctor?
Ando perdida...

Y es que creo que soy tan frágil...

lunes, 10 de enero de 2011

Tiempo al tiempo...

Siempre me pregunto quién decide cuánto tarda el olvido,
quién dice el último y verdadero "ya estoy bien",
quién me dice que ya no dueles,
quién susurra que ya no estás.

Quién me dicta que no te busque tras las esquinas,
que no te piense, ni te sienta,
que no busque tu olor en cuellos ajenos.

A veces quiero que llegue el que me diga todo esto.

Pero otras veces, entiendo, que no tengo poder sobre tí,
que si eliges tu camino, aunque me pese, tuyo es.
Y que mi corazón será el que me diga,
cuando puedo empezar a encontrar en otro hombre,
lo que tu no me darás.

Tiempo al tiempo...