domingo, 23 de enero de 2011

Si nos hubieran concedido...

Si nos hubieran concedido,
cinco minutos más,
quizá me hubieras besado,
quizá me hubiera dejado.

Si hubiéramos tenido
diez minutos más,
quizá me habrías dicho,
no sé que me pasa cuando estoy contigo,
y te diría que a mi me pasa lo mismo.

Si nos hubiesen regalado
veinte minutos más,
quizá me hubieras dicho,
¿te apetece venir a casa?
Y creo que hubiera aceptado.

Si nos concedieran un desayuno
quizá podríamos hablar
de esto que tenemos,
que no es nada pero algo si es.

Si me concedieran algunos días más,
quizá podría demostrarte,
que yo te quiero bien.
Que me gustaría tener la oportunidad
de intentarlo contigo.

Quizá el mes que viene,
me concedas un rato más,
y me vuelvas a mirar de esa forma...

martes, 18 de enero de 2011

Tormenta

No me gusta la gente, que no sabe hablar nada mas que de sí misma.

Aquella que considera su vida como la única vida a la que hay que prestar atención.

No me gustan aquellos que disfrazan de preocupación por los demás,
su necesidad de ser el centro de atención.

Yo, yo, yo, y yo. Solo saben demostrar eso.
No me gusta el "yo he venido a hablar de mi libro"

No me gusta que exijan cosas que no estoy dispuesta a dar.

La amistad y el cariño no se exige, ni se compra.
Nace. 
Y si no nace, no se puede forzar. Solo estropear.

lunes, 17 de enero de 2011

¿Qué me pasa Doctor?

Como cuándo siendo pequeña te escondías
y nadie iba a buscarte.
Como cuándo tu madre te dejó en la guardería
por primera vez.
Como cuándo las cosas cambian muy rápido.
Como cuándo te dejan,
sin esperarlo.

Igual que si te asustan por detrás.
Igual que la sensación que queda
tras ver una película de miedo.
Igual que cuando el pecho se te encoge,
viendo que quien quieres se va.
Igual que la niña que busca su muñeca favorita desesperadamente.

Estando así y sin saber poner nombre a todas estas emociones...
Tengo de todo, y sin embargo... 
¿Qué me pasa, doctor?
Ando perdida...

Y es que creo que soy tan frágil...

lunes, 10 de enero de 2011

Tiempo al tiempo...

Siempre me pregunto quién decide cuánto tarda el olvido,
quién dice el último y verdadero "ya estoy bien",
quién me dice que ya no dueles,
quién susurra que ya no estás.

Quién me dicta que no te busque tras las esquinas,
que no te piense, ni te sienta,
que no busque tu olor en cuellos ajenos.

A veces quiero que llegue el que me diga todo esto.

Pero otras veces, entiendo, que no tengo poder sobre tí,
que si eliges tu camino, aunque me pese, tuyo es.
Y que mi corazón será el que me diga,
cuando puedo empezar a encontrar en otro hombre,
lo que tu no me darás.

Tiempo al tiempo...