lunes, 28 de septiembre de 2015

#Moratum

Cuando no salen las palabras
y me cierras los intentos con un beso.
Moratum.

Cuando no nos dan los cuerpos,
porque me quieres tocar el corazón.
Cuando sobra hasta la piel
y nuestras almas buscan rozarse.
Moratum.

Cuando el tiempo compartido,
haciendo todo o haciendo nada,
manda a las cloacas
la rutina, la desidia y la melancolía.
Moratum.

Cuando me aprietas fuerte entre tus brazos
Cuando me miras así, así de bonito.
Cuando me dices que me quieres,
Cuando te ríes
Y te metes conmigo
Moratum.

Cada vez que vienes y te quedas
Cada vez que me demuestras que apuestas en mí, la vida
Cada vez que tu mano se acerca
Moratum.

Cada vez que me entra el miedo
Y me tiro hacia el abismo,
pero tu me agarras y me dices suave,
que el camino de vuelta no es en esa dirección.
Moratum.

Cuando respetas mi espacio,
seguro de tí y sin agobios.
Cuando nos ocupamos el uno del otro
Moratum.

Cada vez que buscas mi sonrisa
y acaricias mis hoyuelos
Cada vez que me pides que te hable
y te mire de medio lado.
Moratum.

Cada vez que ríes mis bailes,
Cada vez que te mueves conmigo.
Moratum.

Cada vez que superamos las pequeñas piedras
y avanzamos en la historia
Moratum.

Moratum,
aunque me asuste.
Moratum
aunque me cierre y solo tú sepas abrirme.

Moratum,
con ilusión y ganas
Moratum
somos tu y yo.

sábado, 19 de septiembre de 2015

Garabatos (con intento de rima)

Van llenando el folio en blanco garabatos,
salen solos sin presión,
Se mueven, giran, buscan hueco,
y se vislumbra un corazón.

En tan hermoso lugar,
Hostería de Oropesa (así se hace llamar),
Abren paso los portones,
a tan puros corazones.

Corazones que corren al encuentro,
que saltan de los cuerpos,
que solo quieren mirar dentro,
y dejar a un lado los destiempos.

Cierra las puertas, deja que hablen,
qué importa si no llegas a entender.
Todo es pequeño si los ves
dando palmas a la vez.

En las fiestas de Oropesa
-que no vieron cosa igual-
la noche es transitada
y se puede ver, desde el cristal,
a la soledad que ha sido derrocada.

¡Por fin!, se oye gritar a lo lejos,
dos corazones que desafían al tiempo
atreviéndose a mandar a los infiernos,
al invierno, la pena y al resentimiento.

#Moratum.

Huecos de vida


Hay días en los que miras atrás. Y recuerdas a quienes estuvieron en tu vida, quienes salieron, a quienes no se irán, a los que van apareciendo, los que estarán de paso,...

Y quiero, a todas las personas que han estado o están en mi vida de alguna manera, decirles que tuvieron y tienen su hueco, y que se lo agradezco.

A vosotros, os agradezco ser quién soy y cómo soy.
-sobra decir que sin vosotros, no sería yo...-
A tí, tu compañía en cada paso dado.
A tí, tu complicidad y confianza. A tí, el compartir.
A tí, la verdad, no se bien qué. Pero estás.

A vosotros, los años compartidos. Con lo bueno recibido, que no fue poco y queda a buen recaudo.
A tí, que nunca en la traición (percibida) hubo tanto mostrado.
-Y lo que me costó aprenderlo-.
A tí, que aprendí que existen las dobles verdades, la falsedad y la conveniencia.
Donde prácticamente, en el mismo instante, podía haber sol, truenos y rayos.
Yo tampoco obré bien, seguro.
A tí, que pude aprender que el dolor te hace fuerte.
A tí también, las confidencias, las verdades, el cariño.
A tí, las risas entre libros y timbres.
A los mismos, la amistad, que fue mucha aunque la entendimos mal y me regaló preciosos momentos; que me llevo. Y las buenas borracheras, también.

A (mí) -tí-, que pese a que pasé los peores años con(migo)tigo, por fin te has ido. Ahora sí que sí.

A tí, que no logré que me quisieras (debí dejar de intentarlo...); el pedir perdón y el quedarte.
A tí, el saber entenderme, la escucha y cariño, que me ayudaron cuando salía lo peor de mí misma.
A vosotros, el sacarme de mí. Tantos brindis realizados, tanto bueno compartido.
A vosotras, por saberos siempre cerca.
A tí, por abrirme un hueco entre nuevas gentes.

A la Música.
Al Crossfit y sus maravillosos percebes.
A las Redes.
A la Montaña.
A la Escritura.
Al Jamming.
Al Camino.
Al Silencio.

A tí. Contigo mi mundo ha empezado a cambiar y a brillar.
A vosotros, el dejarme probar, aunque salisteis (o yo) 'rana'.
A tí, el mostrarme andando, que ser una misma es un bien más que preciado.
A vosotros, por darme la oportunidad de experimentar grandezas como nunca había imaginado.
A tí, tus ojos. El quedarte. El estar. Las ganas. La emoción. Los abrazos. A tí, todo.

A todos, GRACIAS.
Por ayudarme a ser quién soy.



miércoles, 16 de septiembre de 2015

A cámara lenta

Nuestros dedos, entrelazados.

Tus ojos, clavados en mi pecho.

Tus labios, en mi ombligo.

Tus piernas, robando la respiración a las mías.

Tus brazos, que me envuelven como nunca otros han hecho.

Te hablo, al oído.

Me deslizo, por tu cuello.

Paramos el tiempo al compás.

Y veo este puzzle, de tu vida con la mía,
que nos brinda, a cámara lenta,
el más bello paisaje.


domingo, 13 de septiembre de 2015

Sobre el precipicio

Allí estás. A punto de saltar.

Dudas demasiado.
No tienes la certeza de si podrás alzar el vuelo y mantenerte.
Temes caer, en picado.

Te acercas y te asomas, por si puedes ver el fondo.
No lo ves.
Retrocedes tres pasos y la vista atrás.

Te encuentras de bruces toda la ilusión invertida, que no solo ha sido tuya.
Te pesa en la espalda el trabajo realizado.
El vértigo lo tienes metido en las entrañas.
En las rodillas temblorosas reposa un mínimo de serenidad,
que susurra que si no saltas nunca podrás saber si fuiste capaz.

Asumiste el riesgo y ahora temes no llegar.
Temes estamparte.
Fracasar.

Pero ya es tarde. Ya no puedes echarte atrás.
Retrocede, coge carrerilla y salta.
Y a por todas.
No tienes otra opción.




viernes, 11 de septiembre de 2015

Frenos

Quién se atreve a pisar el freno
cuando el camino es llano y despejado.

Quién elije estar bajo techo,
cuando espera un día de primavera.

Quién renuncia a deleitarse con su plato favorito,
para llevarse a la boca algo rápido y poco sabroso.

Dime, ¡qué niño es capaz de renunciar a un abrazo de su madre!

Quién se queda con uno mismo,
cuando brindan la posibilidad de compartir-te.

Quién cierra la puerta,
cuando es la vida la que está tocando el timbre.

Quién dice que no a tus ojos,
si nunca otros me miraron tan bonito.

Quién, dime tu, quién puede dejar marchar a la belleza
cuando para de golpe frente a ti tendiendo la mano.

Quién, aún no he encontrado quién, esquive las bondades
para quedarse solo con aquello que amarga.

Quién elige continuar siendo solo uno,
cuando puedes seguir siendo tú, pero esta vez sumando dos.

Quién, y esta vez no seré yo, es capaz de frenar el sentimiento,
que cuando aparece, inunda, estalla en la boca y, por fin, crece a la par...

Quién...dime quién, porque yo no soy capaz.

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- Eres mis ganas de no estar con nadie más (frase anónima tomada de Twitter)











jueves, 10 de septiembre de 2015

Pasará

En el momento adecuado y en el sitio oportuno,
como el niño que recibe palabras de ánimo por el esfuerzo realizado,
llega tu mensaje envuelto en cálido aliento
que me dice "Esto también pasará".

De pronto, caen mis corazas, una a una de golpe,
como le ocurre a un glaciar, en pleno verano.

Todo llega y todo pasa, ciclo vital lo llaman. Y sin embargo, ponemos todo nuestro empeño en adelantar lo que va a acontecer (anticipando, generalmente, lo más dañino), y puede más que las ganas, que la ilusión,
y que la convicción de que puede salir bien.

Y me llega tu mensaje. Y entonces vuelvo a creer.
Y agradezco tu llegada.
#Quédate



miércoles, 9 de septiembre de 2015

Un buen vino

Con unas copas de vino los pesares se disuelven igual que el azúcar en agua.
Se hacen tan minúsculos que hasta puedes reírte de ellos.

Con unas copas de vino en buena compañía,
hablas de ellos con otra perspectiva,
los ves desde fuera, a lo lejos,
para darte cuenta de cómo les has cedido protagonismo,
magnificando tus esencias en ellos.

Con unas copas de vino, no hay quien pueda contigo,
piensas con nitidez, lo ves de pronto todo claro.
Tu mundo queda arreglado,
bajo tres risas, cuatro cigarros y esas patatas bravas.

Con unas copas de vino, duermes de un tirón
(que falta hacía...)
no existe desvelo nocturno
ni pensamientos absorbentes.

Con unas copas de vino, te despiertas algo aturdida,
con pesadez en la cabeza.
Te preparas el zumo de limón en agua tibia...
mientras aprecias que vuelven a tí los pesares poco a poco,
a recordarte que no, que no los hiciste desaparecer,
simplemente los mandaste un rato a los suburbios.

Es en ese momento cuando los miro,
los acojo desde la posesión, porque son míos.
No hay otra salida más que hacerse cargo de ellos
y no desfallecer en el arte de hacerles frente.

Copas de vino, aquellas...,
capaces de echarme de mí.


- Y, que nos quiten lo bailaooo (#siempre)-



martes, 8 de septiembre de 2015

Retos

Si le plantas cara al miedo,
no desaparece.
El miedo, cuando aguantas la tensa mirada,
solo baja la guardia.
El miedo, te sienta en la realidad
para que la veas pasar.
Te hace tomar decisiones.
Te ayuda a valorar los riesgos.
Te hace más fuerte.
Quédate, miedo.
Pero no me paralices.


domingo, 6 de septiembre de 2015

Revolución


Hoy quiero proclamar, sin reglas ni estándares, la Revolución.

La revolución de las miradas,
del #telodigotodo sin mover los labios,
la revolución desnuda y muda,
de las caricias y cuidados,
con el único arma -y alma- de compartir-te.

Hagamos la revolución y desafiemos a lo furtivo,
a lo rápido y sin-sentido.
Desafiemos al reloj cuando marca la hora de partir
con "cinco minutos" y tres besos de más.

Plantemos cara al egoísmo, 
al cepillo de dientes solitario,
a la esponja sin pareja,
a los cajones sin previsión,
y a dormir en diagonal acaparando sin piedad la almohada.

Echemos de la cocina la comida para uno 
y pongamos en la olla doble ración
de ilusión, de certezas y detalles
para que se evaporen el pensamiento único,
las corazas y la desesperanza.

La soledad -la que duele- caerá rendida
al ver sublevación tan hermosa,
que da portazo a los miedos y a las penas,
a las dedos no cruzados, 
a las huidas rápidas y, también, le da de lleno a la monotonía. 

Hagamos la revolución, la nuestra,
la de lo fácil y natural.
Hagamos la revolución, la más bella de todas,
declarando el asilo a nuestras faltas,
esta vez sin despedidas,
firmando la tregua con el olvido.

Hagamos la revolución. Hoy, mañana y después, también. 







sábado, 5 de septiembre de 2015

Los escenarios

Al abrirse el telón de mi función,
aparecen dos senderos en su inicio paralelos,
que luego se van alejando uno de otro.

El de la derecha, lo conozco bien.
Lo llevo recorriendo un tiempo 
-y podría ya hacerlo con los ojos vendados-.
Es un camino llano, sin grandes desniveles y 
sólo unas cuantas piedras que puedo esquivar sin esfuerzos.
Este viaje lo recorro con las ganas intactas,
con la seguridad que brinda lo bien sabido,
la tranquilidad que ofrece la llegada a sitio seguro,
y con la alegría de verte al final, esperando, para agarrarme y bailar al compás.

El camino de la izquierda, ¡ay! de este no sé nada.
Se vislumbra más oscuro, con curvas y escondrijos.
No puedo ver si hay un final, o si alguien asoma en el horizonte.
Lo observo y un escalofrío recorre mi ser, uno de ésos que te incita a querer más.
No lo siento como seguro,
ni bonito, ni sencillo. 
Y aún así, me atrapa, me encandila, me sonroja, 
puedo oír como susurra mi nombre.
Es el camino del que te despides, es la independencia que tanto me ha costado lograr,
el de lo "mío", el de no rendir cuentas,
el de otros cuerpos, el de la incertidumbre sobre qué encontraré,
el de la prueba constante, no saber a dónde vas llegar. 

En este dilema me cuestiono hasta a mí misma,
viendo las dos opciones, los dos recorridos.
Dudo por segundos, cuando menos lo espero y, sobre todo, cuando no estás.

Tras un rato (se me hace muy largo) recuerdo que la orientación nunca ha sido mi fuerte,
que me pierdo fácilmente y tardo demasiado en encontrarme,
que las flechas me señalan hacia donde dirigir mis pasos,
y viene tu voz despacio que me dice: "hagamos que esto dure" mientras me abrazas... 

Y se disipan las dudas y echo a andar.
Solo quiero llegar y bailar contigo.


-Y que no paren de salir las letras, las que sean #Muybonitoesto-

jueves, 3 de septiembre de 2015

PISAS CON PRISA

A veces, tengo la suerte de poder pararme en medio de tanta prisa desafiando todas las señales que invitan a correr.
-Es cuando me descubro dentro de esa típica escena en la que tu estás quieta y todo alrededor vuela-

Y reto al tiempo cuando observo como, desde bien temprano,
corremos, corremos sin levantar la cabeza de los pies,
inmersos en el ritmo apresurado de los que van por delante nuestro,
tratando de alcanzarlos, adelantarlos y hacer constar que nuestra prisa es mayor. 

Corremos por llegar a los lugares, cuando son los únicos que no se moverán.
Corremos por robar unos minutos al tiempo 
Corremos por un email sin contestar 
Corremos por irnos antes...
Corremos por sentirnos importantes,
Imprescindibles para no se bien qué,...

Cuando la verdad es que allí nadie (ni tú mismo) te agradecerá el esfuerzo 
de correr para que no se te cerraran las puertas del metro,
de empujar en las escaleras mecánicas para poder subir deprisa,
de atragantarte con el último trago del café,
de encender el ordenador el primero... 
no, no llegará ni una palabra de aliento por haberte donado a fondo perdido.

La prisa nos sale ya de las entrañas.
El reloj nos marca los minutos de café, de reuniones, de lectura, 
de compañía, de amor, de soledad,... Todo métricamente medido.
El reloj que, cuando así avanza, nos estanca. 

Y, en estos momentos que me regala el azar,
Me descubro mirando a los que corren y empujan, 
buscando cruzar una mirada o una sonrisa,
desafiando a las leyes matutinas con descaro.

Me hago consciente de los pies, que avanzan hacia adelante (para atrás, ¿para qué? #)
De los olores, del amanecer de Madrid. De mí misma. De respirar. 
De que cada latido es un regalo y una invitación (sin posibilidad de rechazo) a no dejarme arrastrar tan a menudo
y volver a "parar" así el tiempo siempre que quiera.


Firmo, firmo por días #Sinprisas y así de #freakies 

martes, 1 de septiembre de 2015

Quién decide qué

Oigo en una película esta frase:
"Que alguien me explique cómo se dosifica uno cuando está enamorado"
Es una película tonta, sin pies ni cabeza, de ésas que 'enchufas' para pasar el rato,
de ésas que sabes que no aportan nada, más que quizá una buena siesta. 

Y entonces, escuchas esa frase y le das al 'pause', retrocedes y la vuelves a poner.
Y resuena en tu cabeza de nuevo Marwan, cuando canta:
"Quién diablos sabe calcular bien la distancia que debemos mantener"
Y lo apuntas todo, para que el sueño no haga que se borre.















Me despierto con la película a punto de acabar. Y pienso en ti.
Y me descubro sin dosificaciones. Y te veo a ti sin ellas.

No manejamos ritmos prefabricados,
ni exigencias disfrazadas.
Ni nos une la inseguridad de saber dónde estamos o qué hacemos,
ni la inquietud por no recibir respuesta inmediata a cualquier mensaje,...

Quién se atreve a poner límites a esto, a cortar las alas a las ganas.
Quién se atreve a decir que no es real, que es una locura,
cuando eres el hogar al que quiero regresar.

Quién se atreve a decirme si esto es rápido o lento,
cuando la naturalidad es quien marca nuestra historia.

Quién se atreve, ni yo misma, a juzgarnos.
Sin dosificaciones, sin preguntas, sin vueltas -revueltas- de cabeza,
mando todo, todo esto al vertedero,
porque sé que soy y quiero ser, contigo