Van llenando el folio en blanco garabatos,
salen solos sin presión,
Se mueven, giran, buscan hueco,
y se vislumbra un corazón.
En tan hermoso lugar,
Hostería de Oropesa (así se hace llamar),
Abren paso los portones,
a tan puros corazones.
Corazones que corren al encuentro,
que saltan de los cuerpos,
que solo quieren mirar dentro,
y dejar a un lado los destiempos.
Cierra las puertas, deja que hablen,
qué importa si no llegas a entender.
Todo es pequeño si los ves
dando palmas a la vez.
En las fiestas de Oropesa
-que no vieron cosa igual-
la noche es transitada
y se puede ver, desde el cristal,
a la soledad que ha sido derrocada.
¡Por fin!, se oye gritar a lo lejos,
dos corazones que desafían al tiempo
atreviéndose a mandar a los infiernos,
al invierno, la pena y al resentimiento.
#Moratum.
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