martes, 29 de agosto de 2017

Agosto y mis verdades

Las yemas de mis dedos
tienen las líneas de tu cuerpo.
Son mis huellas dactilares;
firma y sentencia, de todo el bien
que han traído.

En mi carnet de identidad,
figuran tus besos como domicilio,
se expidió hace ya dos años,
y no refleja fecha de caducidad.
No le hace falta, porque se sabe
renovado cada día.

Tu abrazo, mi bandera.
La única que cuando ondea,
no genera separación alguna,
pues al verla, todos se hacen eco,
de que sus colores son vivos,
bañados en el oro del querer más bonito.
No hay batalla más bella
que la que se da bajo tu abrazo.

Ven conmigo, amor.
Que yo te voy a agarrar,
sin dejarte caer.
Seré mi versión más fuerte,
seré lo que necesites que sea,
si eres tú conmigo.

Tengo en el corazón,
la tirita perfecta,
para que la herida no sangre,
para que la herida cure.

Porque amor lleva tu nombre.
Porque amor solo es contigo.
Porque a amor le brotan alas,
cada vez que te acercas
y se ríe a carcajadas si le miras.

Porque nunca he sentido
amor tan bonito,
hasta tu llegada.

Y ahora, ya no me engaño.
Buscaba sin la esperanza de encontrar.
Y al buscar, esperanza te puso
frente a mi boca.
Y volví a creer.
Y creo, porque estás tú conmigo.



domingo, 13 de agosto de 2017

Estoy mayor

Ya estoy mayor para amontonar momentos,
porque sí.
Para contar las noches en las que haces de todo,
menos compartir-te.

Ya estoy mayor para mentir,
pero no para pensar bien
lo qué voy a decir y cómo.

Estoy mayor para los falsos amigos,
los que lo parecen, pero no.
Para tener ídolos,
que sí, cierto es,
un día me llamaron.

Ya estoy mayor para la charlatanería,
para no elegir con quién quiero estar,
para no identificar lo que siento
y para no ser niña de nuevo,
siempre que me apetezca.

Sí, es verdad.
Ya estoy mayor.

Para no disfrutar.
Para que me quiten el sueño.
Para no saltar.
Para no amar.
Para no ser.

Estoy mayor,
para olvidarme de mí.

Si esto algo tiene que ver con los años,
bonitos son.

sábado, 12 de agosto de 2017

Palabras para Diego


Te costó, pero llegar,
era ley natural.

Y desde ese momento,
ya estás regalando
amor, sin saberlo.

Ofreces dosis extra de ternura,
y risas sin igual.
Ojos que brillan como nunca,
manos más que cuidadosas,
cuando se acercan a tu pequeño cuerpo.

Has venido a regalarte,
y nos ayudas a ver más de cerca,
lo maravilloso de la vida,
por tenerte entre los brazos.

Déjame decirte, pequeño sobrino,
Te quiero infinito desde ya mismo,
y que no habrá día en que no te piense
y quiera verte.
Me tienes para quererte 
de la forma más bonita que sé.

Quiero decirte, también,
que has dado en maravilloso hogar,
donde las voces te cantarán,
los brazos te acunarán
y tienes cuatro ojos cerca,
que ya no podrán mirar nada
de la misma manera
en que te miran a ti. 

La gran familia, crece.
Desde ya, Diego, 
solo puedo agradecerte.
Y quererte.

Y eso es lo que voy a hacer.

viernes, 11 de agosto de 2017

Ración de Amistad (sin filtros)

Pisar charcos y cantar
aunque no caiga
gota alguna.

Gritarlo todo antes, siquiera,
de coger aire.

Mirar al cielo, desde arriba.

Fluir y caminar.
El universo como aliado.
El saberse disfrutar.

Sin relojes, sin demandas.
Sin negar nada,
sin pero alguno.

Ser consciente de que
el mejor lugar
es en el que estás
y con quien estás.

Reír sin límites.
Hablar a espuertas,
arreglando el mundo
con los oídos abiertos,
la boca cerrada
y los juicios en destierro.

Saber que estás con quien saca
una bonita
versión de ti misma,
lejos de la apariencia,
de lo frío y lejano.

Hacer gansadas,
y no sentirse gansa.

Es compartir-te.
Es de lo más bonito.
Es crecer.
Es la amistad sin filtros.
Es el corazón abierto.

Y yo, qué suerte la mía,
de haberlo vivido,
estos días.







viernes, 4 de agosto de 2017

No sabemos (plural que habla de mí)


No sabemos apreciar
lo que es vivir sin dolor,
hasta que lo padecemos.

No solemos valorar la comida,
hasta que tenemos la sensación,
de que nuestras tripas suplican.

Lo mismo con el agua,
que valoramos cuando el golpe de calor,
nos permite un buen trago,
cuánto más fría, mejor.

No solemos tener en cuenta nuestra cama,
hasta que dormimos en ajena
unos días.

No valoramos el sol,
hasta que la nube negra
nos cubre.

No valoramos nuestra comodidad
hasta que viajamos a lugares
que no lo son.

Valoramos el amor,
cuando ya se ha ido.
La salud, cuando enfermamos.
La sonrisa, cuando nos falta.

Echamos de menos... en vez de más.

No valoramos el presente,
hasta que nos enquistamos
de vivir del pasado,
o de las previsiones.

No sabemos lo que tenemos...
hasta que lo perdemos.

Vaya con este refrán,
que siempre me acierta,
y recuerda que se me escapa vida,
echando en falta,
en vez de pararme a disfrutar,
de lo mucho y bonito,
que tengo.

jueves, 3 de agosto de 2017

Leer antes de entrar

Foto de Ingrid Hoppe
Si vas a entrar, no duelas.

Si vas a llegar, tocas hueso.

Si vas a estar, quédate.

Si te quedas, prometo mares y calmas.

Si vas a apostar, podemos ganar.

Pero si vienes para jugar..,
puedes irte yendo ya.

Porque dolerás y dejarás más roto,
un corazón que ya lo estaba.

Y ya no habrá taller que lo reponga.

Ahora tu decides;

Si sales, sin haber entrado de lleno.

O te voy haciendo un hueco
para
vivir.