Tengo una hermana
que se regala,
y como envoltorio
lleva puesta la generosidad.
Quienes lo abrimos, encontramos
estallido de bondad
y una sonrisa capaz de iluminar,
ella sola y a la vez,
la torre Eiffel
y las cuatro de Madrid.
Todo lo que pides, lo concede.
Olvidándose de ella.
Es fortaleza en cuerpo frágil,
un "yo puedo con todo",
aun cuando "todo"
le implica donarse, entera si hace falta.
No pide cuentas
y atiende a cada necesidad
de todos los que tiene cerca,
dejando las suyas,
para cuando se pueda,
para cuando tenga un rato,...
que nunca llega.
Tengo una hermana,
que salva los mundos,
que siempre abre los brazos.
Y nunca pide que se los abran.
Soluciones para todos
en tiempo récord.
Sin minutos para ella.
Tengo una hermana,
con muchos roles en uno,
a la que adoro.
Es el amor de cara,
que cuando lo ves,
te prenda.
Mi hermana es así,
es feliz dando.
Y yo la quiero tanto,
que mi miedo es,
que de tanto regalarse,
no le quede un hueco,
para ella misma.
*La foto ha sido cogida del siguiente enlace
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