domingo, 10 de septiembre de 2017

La letra pequeña

Foto de Ingrid Hoppe
Ya he descubierto
que no existe flor
que sobreviva a la sequía
y que no hay latido igual
para un corazón dolorido.

Me estalló de golpe la vida,
y oía de lejos:
"haz lo que puedas con ella.
Ya irás descubriendo la letra pequeña"
Se lo callaron y me lo ocultaron,
quizá para que no me pusiera en huelga,
para que no le diera opción a crecer.

¿Por qué se aprende cuando duele?
¿Por qué golpea la vida
prendiendo el corazón?

No me contaron que avanzar
deja estelas imposibles de borrar,
que amar convive inevitablemente con dolor,
que el pasado no se va,
que aunque ya no te quiera, sigues.
Que si buscas, encuentras,
pero no garantiza que no te rompa.
Que lo que quieres no siempre se logra,
y que no siempre quien quieres que te ame, lo hará.
Que las palabras corren más que los hechos
y que no hay justicia capaz de hacerse a sí misma,
mientras sigamos haciéndola nosotros.

Sin preguntarme si quiera,
me obligaron a aprender,
que pagaremos la misma factura,
que vivir es aceptar y ver morir,
Y seguir, como si todo y pese a ello,
la vida.
¿Qué puzle queda igual?

¿Acaso hay vida que se tape a sí misma?

Sin certezas ni respuestas,
llevo tiempo viendo,
que tú has llegado
a dar luz a lo feo que depare
este camino.
Que en tu compañía
mis tragos pasan
sin lograr ahogarme.
Que en mi letra pequeña estabas tú
y que haces mejor mi vida.


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