Cuando vigilas la noche
y los corazones reposan,
solo tú puedes conocer
lo que esconden las miradas
y lo que las espaldas cargan.
Quería yo preguntarte,
cómo duermen los que dañan.
¿Acaso pueden dormir a pierna suelta,
sin martillo por conciencia?
¿Acaso la tienen?
Me gustaría saber,
si tienes tú a bien contarme,
qué hay en el fondo de su alma,
sus razones dañinas
para romper corazones,
para acabar con la vida
o tratar como basura a otros.
¿Encuentras resquicio de bondad?
Y madre, ¿tienen?
Te lo pregunto,
porque no alcanzo a entender.
No puedo evitar comparar,
al no ser capaz de dar tregua a las sábanas
si existe ínfima mosca,
que resuene en las entrañas
y que altere el ritmo de la sangre.
No hallo descanso,
cuando me siento injusta,
juez sin cargo,
y me equivoco.
Imposible hallar descanso
si existe nudo en mi tripa.
Luna,
¿tendrían cura sus almas?
¿Y por qué le dedico tiempo a esto?
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