martes, 25 de abril de 2017

¡Ay! Si pudiera

Si estuvieras en la palma de mi mano,
llenaría mis pulmones,
de aire y de energía,
sólo para soplarte.

Tan fuerte lo haría,
que marcharías, desaparecerías,
sin dejar ya ni una marca.
Ni en la piel,
ni bajo ella.

Bastante mal has hecho ya,
la de seguridad que has robado,
la rabia que has provocado
y la eterna incomprensión,
van de tu mano.

¡Ay, si pudiera!

Pero no puedo.

Tendré que aprender a aceptar,
que no,

que
no
te
irás.


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