Te invito a probar, si te atreves,
a, por un rato, ser sólo ojos,
y a ver en los demás lo mismo,
nada más
Digo si te atreves,
porque no es costumbre hacerlo.
Justamente hacemos lo contrario;
pasar rápido sin detenernos en el espejo
que te dan y damos con los ojos.
Lo fácil es imaginar almas en hechos y palabras,
lo difícil descubrir fondos, miradas profundas,
todo lo que hay más allá de las pupilas.
Digo si te atreves, porque si lo haces,
todo cambia.
No hay lugar para la frialdad,
ni eres dueño de nada.
Es conexión profunda,
conversación desnuda,
de las verdades humanas.
Digo si te atreves,
porque hacerlo es aventura.
Es descubrir almas y dejar la tuya al descubierto.
Es estar más desnuda de lo que hayas estado nunca.
Es saberte frágil y ver la desnudez y fragilidad de los otros.
Es, por fin, hablar con los ojos,
compartir-te con tu forma de verte y de ver el mundo.
En los ojos, hay verdad.
En los ojos, si los miras,
somos todo y nada a la vez.
En los ojos, te encuentras
y encuentras.
En los ojos, esencia humana.
Si te miro a los ojos,
y me adentro en tu alma,
que hace de espejo de la mía,
seremos fuertes y
crearemos lo inimaginable,
porque tenemos la verdad, la nuestra.
Y entonces, todo es posible.
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