El reloj ya no funciona.
Ahora atornilla mi cabeza
restando tiempo
cada vez que avanza el segundero.
Que ya pocos son los planes,
menos las ganas
que son las que dividen
y criban con quién puedes contar.
Quien está y quien se fue.
Que tengo un nudo
que ni sube ni baja.
Justo ahí, entre los pulmones,
que tiembla en cada latido
y va conmigo a cada paso.
y va conmigo a cada paso.
Que la risa ya no suma 100,
que todo lo bueno
frena en la garganta.
Que cuestan las palabras
en este laberinto
al que han cerrado la salida.
Que el tiempo no se pierde,
ya no.
El mío es contigo
y temo que me lo roben.
Que llega y te toca
aquella historia triste
que ya viste en vidas ajenas.
Que al final, la vida
siempre acaba
de la misma forma
y mientras,
nada,
nada es
como antes.
Todo será diferente
y vivirlo hoy,
es lo único
que queda,
pero duele.
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