domingo, 12 de abril de 2020

Desde el encierro - día 29 -

Niña en la ventana 1920
Aurelio Arteta Errasti
Mi balcón como único contacto
con la naturaleza.
Y gracias a que lo tengo.

Pareja e hija pequeña
en 68 metros cuadrados.
Y gracias a que están conmigo.

Espacios pequeños,
llenos de juguetes
que impiden el paso natural.
Y gracias, que los tengo.

Cocina demasiado justa,
para tanta despensa
y cacharros.
Y gracias, a que la tengo.

Padres que no salen de casa,
a ratos tristes, solos,
echando de menos.
Videollamadas constantes.
Ahorro obligado de abrazos.
Y, gracias, a que están sanos
y juntos.

Familia en la distancia,
hermana en el frente,
estas ganas contenidas de estar
en un mismo salón.
Y gracias, a que son, conmigo.

Alegría de sabernos bien.
Tristeza por cada historia truncada,
por cada nuevo ingreso,
por cada muerte
sin justa despedida.

Agradecimiento a tantos.

Impotencia ante lo que ocurre,
no soy más que un peón encerrado
que ha de conformarse.
Sin derecho lícito a quejarme.

Hay tantísimos seres humanos
a los que le duele tan fuerte
el corazón,
que solo quisiera abrazarles,
como abrazo a mi pequeña,
y poderles consolar
de la misma manera
que a ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario