Foto de Ingrid Hoppe |
El que lo dijo,
se olvidó de decir,
que tan natural es sentirlo
como la tentación de que te apropie.
El que lo dijo,
pasó por alto explicar,
que sentirlo es defensa humana,
alerta que avisa,
que hace pisar fuerte la tierra.
Quien lo dijo,
se olvidó de decir, también,
que solo al sentirlo
es posible buscarle nombre;
y que llamándole por su nombre,
podemos conocerle,
plantarle frente a nosotros
y decirle que su llegada nos hará más fuertes,
valientes por mirarle a los ojos,
por sentirnos vulnerables
y libres de elegir
cómo responderle.
¡¡Quién dijo miedo!!
El que lo dijo,
conmigo
no acertó.
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