Naturaleza animal
busca contacto,
cobijo de una piel.
Necesidad urgente:
sentirse,
sin abrir la boca.
Qué tendrá este sentido,
que desde el calor materno
todo lo quiere explicar.
Mi piel a veces se cabrea,
se eriza o quiere huir.
Se queja, se esconde
y duda.
No le gusta nada,
su tacto es frío,
apenas se reconoce.
Y bien sé que me alejo
de cualquier piel que ose
acercarse...
Entonces
apuro el paso,
me urge abrazarte por detrás.
Tu piel,
conexión directa,
es mi respuesta.
Y vuelvo,
para quedarme.
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