Volver a aquello
que tanto te ha dado.
Volver a gritar por dentro
como si estuvieras en
la primera fila del concierto.
Erizar la piel, como constante.
Imágenes que vuelven a tu cabeza
y que nunca se fueron.
Gente preciosa, emociones,
planes, carreteras,
vidas compartidas,
canciones que han movido tanto
que solo sus primeros acordes
retuercen.
Siempre regreso a la música
porque en mi vida,
significa tanto
que no sé por dónde
empezar a agradecerle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario