Calmáte, sentáte aquí,
que yyyo te escucho.
Tumbáte, cómodo.
Ahora contáme lo que ocurre,
yyoo sé bien lo que sentís,
sé rebién lo que es dar vueltas y acabar mareado,
así una y otra vez,
una y otra vez.
¿Sabés? Yya lo decía Freud,
uno es dueño de lo que calla,
y esclavo de lo que habla.
Sé esclavo y habláme.
¡Hablá pues!
Este laburo, me agootá.
Contáme tus sueños
Freud redijo que
el hombre locoo sueña despierto.
Soñá, soñá conmigo.
Además si querés vivir,
tenés que saber que morirás.
Habláme de tu madre,
y de esa relación con tu padre,
y de cómo te hiciste experrrto
en mirar cómo cae la lluvia,
inerte, inexpresivo,
como si pasara algo,
cuando en realidad no pasa nada,
porque lo que te pasa,
es nada, pero no tenés la fuerza
para hacer algo con ello.
Dejáte de boludeces,
y espabiláte,
que nos regalan dos días,
y yya se te escapó uno.
*A veces me gusta delirar un poco.
Tengo delirios despierta. Y me imagino cómo sería vivir en una película argentina. Amanecer hablando de la misma manera y ser la protagonista, por ejemplo de "El mismo amor, la misma lluvia".
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