La noche era cerrada. Tu yo salíamos del cine.
Habíamos visto una de las películas que a mí me gustan. Protagonizada por Hugh Grant.
Una de esas películas en la que ganan los buenos y al final la chica se queda con el chico para siempre.
No sé si a tí te gustó. Esa vez me tocaba elegir a mí.
Cogías mi mano fuerte y anduvimos hasta un restaurante, que a tí te gustaba, para cenar.
Mesa para dos, apoyados en el ventanal y con vistas a una iluminada y transitada Gran Via.
Hablamos como siempre, me hacías reír.
Y entonces, volviste a agarrar fuerte mi mano y, de tu boca salió un firme Te Quiero.
Y, en ese momento, la felicidad se quedó en mi casa.
dando un vistazo a tu blog
ResponderEliminarun saludo desde Reus
Sabes que no soy muy seguidora de Hugh Grant, ni de ese tipo de películas utópicas, pero... me quedo con tu final ;) Besos niña guapa!
ResponderEliminarY por qué las cosas tienen que ser como en las peliculas???
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